La Muerte y la Identidad
El humano no enfrenta a la muerte como el fin de su período vital, sino como la destrucción de su identidad. El DNI ha caducado. Pero las leyendas sobre otras vidas surten efecto. Se la llamó la otra vida, para vincularla subrepticiamente con esta vida y sugerir que una era continuación de la otra. Cualquier fantasía sirve con tal de no ver gusanos. Los dioses de antes solían intervenir en algunos casos de heroicos ciudadanos y se ocupaban personalmente del traslado. Los pobres, en cambio, no solo se morían, sino que además se pudrían.
Una resurrección parece ser un acontecimiento tan extraordinario que solo es creíble como una acción divina. La resurrección de Lázaro, el milagro máximo del cristianismo, muestra el regreso a la vida y la reinserción en el ecosistema. No es un milagro: todos resucitan, solo que demoran mucho. No sabemos si Lázaro quería ser resucitado. ¿Qué habrá sido de él? ¿Habrá muerto por fin o andará todavía vagando por el mundo? ¿Se podrá morir dos veces?
El cristianismo hizo más terribles los mitos ajenos. Agregó una humillación póstuma, el juicio final, una especie de peaje para seguir rumbo a la otra vida. No eran suficientes las culpas que cargaron sobre el hombre. La verdad verdadera solo se sabrá en el juicio final. ¿Quién puede vivir tranquilo con semejante futuro?
"Luego de la muerte no hay conciencia. Es lo único que desaparece."
La Artimaña Comercial
Los que asumen la vida como un permiso de la Naturaleza, se reciclarán en infinidad de variantes. Los convencidos de ir a otros destinos de bienaventuranza, perderán su equipaje y solo les quedará la vergüenza. No la de haber vivido, sino la de haber sido tan crédulo. Igual serán gusanos. Ningún Dios vendrá a buscarlos y no podrán dar cuenta del engaño. Demasiado tarde. A Dios no le interesan los muertos. No se los puede amedrentar y, salvo para la Naturaleza que los recicla, no sirven para nada. Quienes se quedan mirando al cadáver son los que interesan.
Visto con ojos empresarios, la astuta artimaña de culpa, confesión, castigo y perdón… ha sido la idea más comercial de la historia, muy por delante de la hamburguesa y la coca cola.
El Envejecimiento
Pensamos que la muerte ocurre por envejecimiento de las células, pero en realidad no es posible seguir vivo. Los tiempos de la Naturaleza son exactos. En la lucha por existir, la angustia ha derrotado al organismo. Lo más terrible no es la muerte sino la decadencia del orgullo, la flojedad del pene, la menopausia, el cansancio de la derrota y la visión del muro…, que obstruye la esperanza de que podamos aún asombrarnos de cualquier cosa.
La medicina desconcierta a la Naturaleza. Su ciclo de vida y muerte está en desequilibrio por causa de la medicina. Nuestras ciencias le entorpecen todo, según dice. Claro, es obvio, paso a paso se siente descubierta. La expectativa de vida es cada vez mayor. Una especie como la nuestra, que desentona cada vez más, tendrá que buscarse otro ciclo, otra naturaleza.
La suma de todas las ciencias humanas no es otra cosa que hurgar en la Naturaleza.
La Inmortalidad
Las órdenes vienen desde la oscuridad del núcleo. Hay que morir sin regresar a la Nada. No podríamos concebir un mundo donde nadie muera, pero sí uno en que todos se reciclan. Solo el humano le llama muerte a la muerte. La fantasía humana de la inmortalidad es adquirida, no forma parte de la conducta vital. Las figuras míticas que dicen ser inmortales en realidad están bien muertas. Solo así pueden lograrlo. Algunos construyeron pirámides. Los turistas le dan vida eterna a los faraones del antiguo Egipto. Se yerguen victoriosos. Han sido inmortalizados por generaciones y generaciones de arqueólogos.
Lo gracioso de la inmortalidad es que se vuelve desesperante. Quizás Dios quiera morir y no lo dejan, como a Lázaro. La historia lo resucita constantemente sin consultarlo.
La muerte terrible es la emocional. Allí se termina todo. Desaparece el amor, el orgullo, la vergüenza, la envidia, la codicia y la alegría… Los animales aceptan la muerte con naturalidad porque no tienen la desesperada emotividad del humano. No tienen DNI.
Sobre la Vejez
Envejecer es una experiencia nueva para cada individuo. No sirve ningún libro. Copiamos conductas ajenas, nos jubilamos y envejecemos de acuerdo a las normas de la Seguridad Social. Iremos a la plaza a juntarnos con otros ancianos para transitar en el hastío los últimos kilómetros de esta ruta. Seremos más viejos que ancianos. La decrepitud es contagiosa, la vejez no. Si estás entre decrépitos, lo serás también. No debemos concurrir a las plazas ni a los lugares de ancianos. Sorprendámonos de los cambios. Perdemos estatura. Miramos al sexo opuesto de soslayo… y lo dejamos pasar. Pero conservaremos la alegría y la capacidad de asombro. Sigamos leyendo libros. No alcanzaremos a leerlos todos. No hay que descansar ni tomar asiento. Los árboles mueren de pié. La jubilación es el ingreso oficial a la vejez.
Un detalle para recordar. En la vejez se destacan claramente las personalidades y características de cada uno. El que ha sido tonto de joven, será más tonto de viejo.
"Los humanos copian conductas y envejecen cuando deben hacerlo. Son obedientes. Lo hacen al unísono."
La Pena de Muerte
La pena de muerte tiene ventajas económicas y sociales. Es más barato ejecutar a un asesino que mantenerlo en la cárcel el resto de su vida. Claro, que el país que ejecuta a quien ha matado, no deja de cometer el mismo delito que el ejecutado. Así es la justicia humana.
En el instante del cadalso el reo no está solo. Se relaciona con el verdugo, que tampoco está solo. Los une el mismo destino. Quien se enfrenta a un pelotón de fusilamiento y los integrantes del mismo se establece un acuerdo para definir la cuestión. Es tan inevitable para uno morir como para los otros matarlo. El verdugo procura el consentimiento del condenado y el placer de ambos… En las puertas de la muerte se termina el sufrimiento y comienza el placer de devorar y ser devorado. La vida no se pierde nunca… Solo las conciencias.
El Misterio de la Concepción
En el momento de la concepción los invitados a la ceremonia llegan puntuales: vagina, pene, óvulo y esperma. El evento es amenizado por el calor de la pasión. Todo funciona y…, el fuego se enciende. El encuentro de los genitales es la cita máxima de la Naturaleza. Un instante de puro hermafroditismo. Juntos son muy fuertes. Pero la moral vigila y los aparta.
Pasar una temporada dentro del útero, el santuario de los misterios, es una experiencia intensa e inolvidable. Claro, en algún lugar deben elaborarse los organismos. Los úteros están rodeados de vidas nuevas. No se ven, pero dan vueltas a su alrededor. Buscan un cuerpo para aparcar, lo necesitan; sin el cuerpo no son nada.
La Felicidad Posible
En uno mismo y en el presente se encuentra la única felicidad posible. Lo que viene de afuera paga intereses. Son engaños y promesas que apuntan al futuro. Alguien se queda con el presente. No hay que exhibirla. Intentarán quitárnosla, pero no siempre pueden. Al fuego le interesa arder. Consumirse no es lo importante.
"Yo he vivido ardiendo, transgrediendo y escabulléndome de los perros guardianes. Moriré de pié y seguiré ardiendo en las vidas de mis hijos a los que tanto he amado. No hace falta el cuerpo, basta la energía."
La Educación y La Matrix
Para La Matrix, la inteligencia es como un avión en tierra… si levanta vuelo se vuelve un poderoso enemigo. El poder político necesita las masas ignorantes para que mueran en alguna guerra. Son imprescindibles.
En la escuela enseñan a los niños a ser parte de un rebaño. Le quitan cualquier vestigio de independencia. Van de un lado al otro al son de campanillas. Los padres repiten en sus hijos lo que vivieron de niños. Es posible lograr varias generaciones similares hasta que aparece algún rebelde. Entonces comienza un ciclo de libertad y esperanza hasta la próxima generación de cavernarios.
El niño no es pertenencia de los padres. Es un nuevo ser que nace a la vida y se pertenece a sí mismo. Los padres son administradores de sus derechos, no sus dueños. Deben criarse para la vida de ellos, no para la de sus padres…
La Libertad es Posible
Un mínimo de trasgresión es necesario. La libertad es posible. La plena sexualidad es posible. Amar es posible. Criar hijos felices es posible. La fidelidad de pareja es posible. Solo hay que cuidarse de los hombres de las cavernas. De los perros guardianes. Si muestras tu felicidad te toparás con Caín.
No estamos preparados para vivir demasiado tiempo. Si la vida se prolongara, el ciclo se interrumpe y las especies se extinguen. Tampoco habría incautos. Las argucias de los depredadores, incluida La Matrix, quedarían al descubierto. Por otra parte, si no conseguimos la felicidad en el tiempo asignado será más difícil lograrla en el suplemento.
El mito de Jesucristo no admitía otra forma de redimir a los humanos que no fuera sangrienta. Podía haberse sublevado, como Franco y movilizar a las masas con sus discursos y milagros, que tan bien le iban. Pero la cosa tenía que ser cruenta. Sin sangre, no había redención ni cristianismo. Los que matan al que muere, también mueren.
Quien realmente necesita vivir es la Tierra… nosotros la ayudamos nomás.